El secretario general de la UGT de Cataluña, Josep María Álvarez, defendió ayer la creación de una nueva conselleria en el gobierno catalán para impulsar la Formación Profesional (FP), después de acusar al titular del departamento de Educación, Ernest Maragall, de haber sido «inmovilista y conservador» en esta área de la enseñanza de cuyo funcionamiento depende, a juicio del sindicalista, el éxito del cambio de modelo productivo que persigue Cataluña.
Álvarez avanzó que su sindicato promoverá que la FP sea un «tema de debate en las próximas elecciones al Parlament de Cataluña», ya que, en su opinión, «cuando un país quiere hacer un apuesta, a veces tiene que adoptar medidas de este tipo».
El dirigente sindical señaló que la reactivación del consumo es fundamental para iniciar la salida de la crisis. En este sentido, defendió que se estudien planes «renove» similares al Plan 2000E dedicado a impulsar la venta de automóviles, para incentivar económicamente otros sectores estratégicos como el mueble, la rehabilitación de viviendas y los bienes de consumo del hogar. Alvarez afirmó que estos planes renove no suponen grandes dispendios para las administraciones, y advirtió al Gobierno que debe tener en cuenta esta iniciativa «no sólo analizándola como un coste, sino computando también el aumento de la recaudación en los impuestos derivados de estas ventas».
El responsable de UGT en Cataluña aseguró que el sector del mueble, que está especialmente concentrado en las Terres de l´Ebre (Tarragona), atraviesa una situación «cada vez peor» que pone en peligro los 2.000 puestos de trabajo en la zona. Su desaparición, advirtió, sería una «pérdida irrecuperable» con efectos peores que el reciente cierre de la multinacional Lear en Roquetes (Tarragona).